martes, 19 de octubre de 2010

Estructura y superestructura.

En Marx se encuentra una autentica Filosofía de la Historia, ya que pretenden encontrar la ley que explique la historia humana. Esta ley implica sostener que el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general.
En la historia se encuentra una estructura formada por las relaciones económicas y sociales, y una superestructura que es el resultado de una estructura económica dada; la superestructura esta constituida por la religión, el arte, la filosofía, la ideología, la moral, etcétera.
“La Ética marxista considera la moral como reflejo de las relaciones sociales en desarrollo, como expresión de los intereses de las distintas clases que afirman su compresión del bien y el mal, del deber y la conciencia, del bien social y la felicidad individual. La ética marxista, al expresar los intereses de la clase más progresista de la historia, el proletariado, fundamenta teóricamente los principales  de la moral comunista, de la moral de la ayuda reciproca, la camadería y el colectivismo”.
Cuando se llega a considerar que la superestructura es la  autentica realidad, entonces se cae en la enajenación.
La Historia se explica por las contradicciones de su vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. En la Historia se advierten así, por su modo de reproducción, sociedades como la asiática, la antigua, la feudal y la moderna burguesa.
Marx critica especialmente a la sociedad burguesa, la  cual representa la más avanzada etapa de la explotación del hombre por el hombre.
“EL trabajador tiene la desgracia de ser un capital viviente”(…) en la sociedad capitalista, tal como Marx concibe, la explotación del hombre por el hombre llega a su máximo, porque el capital es la forma de una riqueza acumulada a base de la utilización del trabajo de los proletarios”.
La ganancia que enriquece al capitalista proviene de la explotación del trabajador. El obrero crea en seis horas un producto que basta para su mantenimiento; durante las seis horas restantes engendra un plus producto, que es la plusvalía.
Aplicando la dialéctica, Marx considera que la sociedad capitalista, al crear una clase explotada, ha creado sin quererlo el principio de su propia destrucción. “LA historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días, es la historia de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales; en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces, y otras franca y abierta; lucha que termino siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes… La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas. Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase: toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos  grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado”.
Con la revolución proletaria empezara la historia de la humanidad en dos etapas: el socialismo y el comunismo. El socialismo es una sociedad que se desarrolla directamente a partir del capitalismo, es una primera fase de la nueva sociedad. El comunismo, por el contrario, es una etapa más  elevada de la sociedad y solo pueden desarrollarse cuando el socialismo se haya  afianzado plenamente.


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